jueves, 12 de enero de 2012

Del silencio y otras divagaciones

Bissau está desierta estas noches. Si por cuestiones diversas hemos de salir a la calle después de caer el sol, quase ninguém puebla las antes nutridas vías de la capital. No hay luces, ni velas en las comidas, no hay música ni nómadas de la rúa. El panorama es silencioso y triste. Así se van cumpliendo los días de luto por la muerte de Malam Bacai. Aunque es normal, estoy deseando que pasen para ver de nuevo a la gente pulular al atardecer. El pulso de la vida de Bissau se toma en la alegría de sus noches, en su, ya lo dije más de una vez, el eterno ir y venir de sus ciudadanos. Ahora, sólo unas pocas personas se aventuran a moverse después del ocaso. Y no creo que sea sólo por miedo, es, sobre todo, por respeto.

Así que volvimos a una Bissau distinta, silenciosa y respetuosa. En cambio, en casa todo sigue igual. El ritmo de los días se reproduce de forma constante. Los sonidos que conforman la música cotidiana hacen la vida regular: el jardinero podando los ficus benjamina y las buganvillas, regando las plantas; Sidi barriendo los solados del jardín, las radios a pilas con su música algo metálica y muy étnica, Será en casa limpiando, la televisión internacional dando las noticias, un móvil que, de vez en cuando, suena… A veces, alguno de los hombres silba y canturrea una canción.

 
Éste es el nido. Las aves no se dejan fotografiar
A ellos se unen otros sonidos también agradables: los niños-vecinos con sus discusiones, los camiones que pasan, las interminables y desconocidas aves que canturrean alrededor de la casa… A algunas las conocemos. Tenemos la inmensa suerte de considerar nuestras vecinas a dos familias de golondrinas. O algún pájaro similar. Una vive en la puerta de la cocina y otra en el tejado del anexo. Lo primero que vemos al salir a la calle es a una de esas aves abandonando el nido. No se van de casa, porque ya nos conocen, y nuestras perras no las persiguen.

Así, entre el silencio reverente del luto y la música cotidiana de personas y animales, van pasando los primeros días de nuestro regreso a África

martes, 10 de enero de 2012

Malam Bacai Sanha

El lunes por la mañana murió en Francia el Presidente de Guinea-Bissau, Malam Bacai Sanha. Ha sido una triste noticia para todos los habitantes de este país. Los guineenses apreciaban su carisma y tono conciliador, y sobre todo el respeto que tanto políticos como militares le tenían. Habían puesto en él la esperanza de un futuro estable y prometedor.

Pasados los siete días de luto decretados, el estado democrático deberá convocar elecciones presidenciales libres. Durante ese tiempo, el presidente en funciones dirigirá el país hacia los comicios.

Es un gran momento, un momento histórico. Si se logran unas elecciones pacíficas y el país sobrevive al tremendo golpe de la muerte de su presidente, todos los habitantes de esta república harán honor a su memoria y demostrarán que están verdaderamente comprometidos con la democracia. Eso es lo que todos esperamos. Una transición pacífica que honre la lucha de Malam Bacai por el desarrollo, la justicia y la libertad.

lunes, 9 de enero de 2012

La vuelta a la “luta”

Ya hemos vuelto a casa. Vuelta a la lucha, que diría mi marido. Vuelta al trabajo, a los quehaceres diarios, a acostumbrarse al país. Es una lucha constante, como todas aquellas cuya finalidad es seguir viviendo, aquí o en cualquier lugar. Bissau, por su parte, nos recibe luminosa y agradable, con una temperatura suave que facilita la adaptación. Venimos del frío y la niebla, y llegamos a este “invierno” ecuatorial de brisas cálidas que mueve las luces supervivientes de la resaca navideña. Las maletas llegaron bien, las perritas estaban bien y todo el mundo saluda sonriente a los que retornan.