viernes, 21 de diciembre de 2012

Entre Natal, la puera y la nieve

Estas son las primeras humaredas

Con la cercanía de la Navidad, preparamos el consabido viaje para pasar las fiestas con la familia, los amigos y, por supuesto, las perritas. 

Dejamos Bissau empezando a sumirse en las infinitas nubes de "puera" -polvo- y humo que surgen de la sequía. La tierra flota en el ambiente, tiñéndolo de rojo, y las innumerables fogatas que queman la basura al acabar las lluvias extienden un velo con olor a neumáticos y eucalipto por toda la capital. Los trabajadores en las afueras usan mascarillas y al tradicional paludismo o malaria se unen ahora las afecciones respiratorias. Aún así, el paisaje es hermoso y el humo ofrece unos atardeceres magníficos.

La sequía trae también el inicio de la época de bodas -en este país que los novios se mojen es señal de mala suerte- y el local que hay detrás de nuestra casa, O Paián, hace su particular agosto con fiestas donde la comida y la música se combinan para celebrar los casamientos. Nosotros, a su vez, tenemos música gratis toda la tarde. Y entretenimiento. A veces nos acercamos paseando hasta la puerta para ver el ambiente.

Los más afortunados o con mayor poder adquisitivo engalanan sus casas y, si pueden, un trozo de la calle, con adornos navideños. Natal (Navidad) es una fiesta celebrada, mayoritariamente, por toda la población, independientemente de su profesión religiosa. Igual que se festejan el Tabaski, el Ramadám y el Carnaval. Luces furtivas que tintinean entre las nieblas secas de arena y humo y gentes que se unen en celebraciones colectivas que les hacen sentir que forman parte de una comunidad más allá de credos e ideologías.

Engarrafamento en vísperas de Navidad
Las calles de Bissau, sobre todo Bandim, están tan llenas de personas en las horas de comercio (de la mañana al atardecer) que no se puede pasear por ellas. Se hacen las compras de ropa nueva para los meninos, de ropa de fiesta para los días más señalados, zapatos, regalos, comida... Vuelven los emigrados con sus descendientes, se reúnen familias...

Las calles de España, como las de Bissau, estarán llenas de personas buscando las últimas o las mejores ofertas, las primeras rebajas... Ajustando el dinero, por supuesto, pero sin renunciar a la ilusión. Y muchos emigrados volveremos a casa para ver a nuestras familias y reencontrarnos con nuestro país.
Por supuesto, Sanabria

Nosotros de Bissau nos iremos a España, donde nos esperan las nieblas húmedas y el frío, quizá la nieve. Es una época que a ambos nos gusta mucho, tanto por el contenido emocional de estos días como por el clima y el paisaje que el final del otoño y el inicio del invierno ofrecen. Intentaremos escaparnos a algún sitio aún más frío que nuestra Zamora para estar más cerca de la naturaleza invernal, del agua y del viento, de los árboles. Y nos llevaremos a las perras para que disfruten.

Después de todo eso... Dios dirá. Un futuro aún poco claro y muchos interrogantes por resolver, aunque con la certeza de que sea lo que sea lo que nos depara el destino, será bueno. Año nuevo, vida nueva. En nuestro caso, casi seguro que sí.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Netos, de aquí

Hacía un siglo que no escribía nada en el blog. Bueno, no tanto, pero sí han sido unas mini vacaciones.

Durante el tiempo de descanso viajé a España (ésa fue mi última entrada) y volví a Bissau. Luego volví a viajar, pero ésa es otra historia. He tenido la suerte de ver, por segunda vez desde que vivo aquí, una actuación de los Netos de Bandim. He de reconocer que son de lo mejor que he visto en grupos musicales, tanto en organización como en vistosidad y ritmo. Su percusión es más que buena.



Hace tiempo hice ya una entrada sobre ellos. Los apadrina la fundación Amic, y dentro de sus funciones como Asociación Cultural que en estos días cumple 12 años destaca claramente su voluntad de formación. Dirigen sus esfuerzos a la consolidación de una escuela para niños y niñas y para las madres, que son las que necesitan más ayuda. Durante la actuación insistieron en ello y pidieron el apadrinamiento de niños. La actuación fue el colofón a doce días de actividades culturales, clases de percusión, danza, exposiciones y conferencias.
 


Viendo su espectáculo y sus danzas se comprenden mejor las peculiaridades de cada etnia, cuáles son fuertes y agresivas, cuáles astutas y hábiles, cuáles hospitalarias y laboriosas... Las ropas, los movimientos, la excitación que las danzas provocan en los propios bailarines, cuyos gestos y actitudes varían no con las normas del baile, sino con el sentimiento que éste provoca y el conocimiento de la historia que subyace detrás de cada uno, y todo ello llega vivo al espectador.
 
 
No me enrollo. Hubiera querido dejar algún vídeo casero, para que los admiréis un poco, pero no consigo cargarlos (torpe, torpe), así que ahí van las consabidas fotos. Lástima de viaje carísmo a España, porque sería un gustazo llevarlos y que los vierais en directo. Las danzas representando a las principales etnias, el colorido, el ritmo, la fuerza que transmiten...



Desde aquí, felicidades por esos doce años de vida y trabajo.