![]() |
Más o menos así era el interior del barco que hacía el trayecto Bolama-Bissau http://www.fotolog.com/kompany/36443998/ |
Vino a Bissau dando un giro en su vida, dejando un trabajo y un futuro casi ciertos, y se embarcó en un proyecto con una OGN. En seis meses ha vivido la entrada de militares en la isla de Bolama, incluso en su propia casa, y este naufragio. A pesar de todo le gusta Bissau, y después de unos días de descanso en su país piensa volver a trabajar aquí. Es consciente de que volvió a nacer, y creo que cuando se sobrevive a una historia así algo cambia en tu mente. No sé cuál será o ha sido el cambio; el tiempo lo dirá
![]() |
Así son las pirogas con las que la rescataron http://vovworld.vn/es-ES/Noticias/22-muertos-en-un-naufragio-en-GuineaBissau/127861.vov |
En cierto modo, me asombra y me fascina su fuerza, su capacidad de lucha. Tuvo una gran suerte; por mantener la cabeza serena y no dejarse dominar por el pánico cuando comprendió que el barco no iba a llegar a puerto -todos lo sabían- y por sacar fuerzas para defenderse en estas aguas tremendamente oscuras y fuertes, a pesar de que no estaban muy alejados de la costa. De su vivencia habla en cuanto puede, y más aún de la de los demás: cuenta cómo se salvó y acto seguido enumera los conocidos, todos ellos guineenses, de la isla de Bolama que han perecido. Eso es, a mi entender, lo que más le cuesta asimilar: ser consciente de que está viva y de que otros muchos murieron. Cada mente fija una imagen de la tragedia; la suya son los cuerpos que ayudó a subir al puerto.
Desde aquí, mi ánimo y mi respeto por su entereza. Si, como dice la leyenda, todos tenemos una hora y un lugar donde la muerte nos espera, a ella no la buscó en estos días de Navidad. Ésa es la lectura que puede hacerse de su historia.