viernes, 14 de septiembre de 2012

Tan "agustito"

Viernes noche. Mi husband tiene una cena de trabajo y me he quedado sola en casa, como en la película pero sin ladrones. Como tengo la conciencia tranquila porque ya he terminado mis dos semanas de formación a profesores, he estado todo el día husmeando en Internet en busca de recetas de cocina, viendo vídeos de canciones antiguas argentinas (si se calla el cantor y otras similares) y remoloneando ante el ordenador.

Aquí, pensando en cómo pasar la noche del viernes, se me ocurrió poner en práctica una receta que encontré esta mañana: yuca brava. La misma historia de las patatas bravas pero con yuca cocida y luego frita. Apañé dos mandiocas o yucas que se estaban pudriendo en la encimera y me lancé al plato en cuestión. He de decir que había hecho muchas recetas de salsa brava, pero como la de hoy, ninguna; la bajé de un programa de RNE, Cocinar y cantar.

En fin, que como la salsa quedó estupenda me he dado un homenaje comiendo un suculento plato de yuca brava regado con una deliciosa cerveza Super Bock bien fría y en vaso helado. Con un leve aire acondicionado para compensar la elevada humedad. Un lujo asiático, que diría una amiga mía. Ahora sólo tengo que encontrar una buena peli (Greenaway tiene todas las papeletas, es él o una de dibujos animados) y dejar que le jour s'ecoule mientras llueve mansamente y la tormenta ruge ensordecida alrededor. Pequeños placeres..

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